la curva se amplía
a medida que la abordo
no llega nunca la recta la curva
me resulta inabarcable
así siento la vida
esto que te dan un día
esto que te dejan en usufructo
y donde no hay más
que una dirección obligada
la curva: o te inclinas
en el sentido que se abre
o te despeñas
y acaso ese es mi destino




una lanza robada, el perfil de su sombra permanece en la pared,
la herida en el hueco
la sangre que vertiera en su uso pasado se secó hace siglos
hoy deja el espacio vacío y llegará otra
otra arma con herrín y memoria


bilis ennegrecida acechando las vísceras
sabiéndose al margen sin poder marginarse
cómo conducir su asco
algún territorio debe haber donde nadie
nadie le aceche dentro de sí mismo




la transacción estaba hablada
y no quedaba duda y la ficción cumplía
el papel para el que se habían reunido y no era el momento
de traer recuerdos ni de uno ni de otro
al fin y al cabo se trataron bien



esto es la muerte no me cabe duda o lo más parecido
porque no respiro no oigo apenas ni siento la pesadez
de mis músculos y una niebla me va dejando ciego
y en mi cráneo todo se desprende sí debe ser la muerte
solo unas ganas irreprimibles de micción me hablan y me aferro a ellas
me devuelven la esperanza de que mi cuerpo traicione a la parca


los sentía malditos esos sueños que no me soltaban
no sé qué pintaba la aparición de aquella mujer de otro tiempo no sé qué pretendía
si turbarme o construir nuevamente mi catástrofe
pero me enajenó la noche y me perdió en mi despertar
así llevo todo el día con el cuerpo agujereado por mil pinchazos que no logro taponar
maldita presencia ahora que ya era ausencia




me muevo entre legañas que se pegan a los párpados
repeliéndome aún el último alcohol que estranguló mis tripas la noche pasada
alguien más estaba y no aparece ahora por ninguna parte
ni un pequeño rastro suyo o si se trata de que ese nombre y un teléfono en un papel
dejado ¿a propósito? en el aparador dice algo
tendría que memorizarlo por si necesito pedir auxilio 




me siento increpado por el adoquinado desigual
camino de la estación donde los guardagujas me esperan
y los mozos de cuerda y las últimas trabajadoras de la calle
para tomarnos el café habitual de todas las madrugadas
el chapoteo de la lluvia se mete por las perneras de mis pantalones y está fría
pero más escuece la araña de coñac más
hasta hacerme despertar del sueño para desembocar donde no me espera nadie





y sin embargo salir es simbólico y ando por encima del suelo helado
no es como en el sueño sino como brinda el clima que apuñala
me tenía que haber abrigado más pero el contacto del frío despeja
sobre todo las ausencias y los temores como ese que me sigue persiguiendo
ese de no encontrarme con nadie y no saber de nadie me libera unas veces y otras
otras obra como un pozo que me engulle y luego se cierra como el vértice de un cono




me da risa mi desnudez y a la vez me reconforta
siempre lamenté el modo de vestir la moda
que inventaron para cambiar de ropa durante toda la vida
y no es que me guste lo uniforme no aguantaría ir ni siempre
igual ni siempre como otros y por eso me desnudo
y me dirijo a tomar la copa solitaria desnudo aunque sé
que los parroquianos me ven difuso



la antropóloga K. T. Warren dice en su libro sobre los primitivos actuales
que hacen de su desnudez la razón de su existencia y cito
cuando beben, dice Warren, se postran sobre los charcos y se untan
en los lodazales y se quedan postrados sobre la tierra haciendo sexo
con el limo y la tierra es fecundada por aquellos machos mientras las hembras
les esperan en sus poblados para sentirse a su vez tierra
me gusta esta interpretación particular y pienso en ello




oigo una voz conocida y a la vez extraña una voz
que tira de mí para que no me levante es la garra de mis tripas
ya te justificarás me habla ya presentarás un certificado lo que sea
pero no estás para hacerte cargo de nada hoy porque no cesan su virulencia
los bichos que te acosan allá abajo y me retuerzo me levanto y corro
y a una evacuación sigue pronto otra y no tiene fin esta plaga inclemente
maldita la cena de ayer o qué me darían en aquel antro de mierda




la definición de los triángulos reside en la medición de los lados que los componen
leo en la quinta lección y aquella geómetra excepcional ignora que la ventana
la ventana de mi cuarto está abierta o no lo ignora y quiere apuntar una clase
a distancia y esta noche voy a avanzar y el examen teórico no tiene pegas
para mí que siempre fui tan torpe para los exámenes de las materias oscuras
es una bendición que en el sueño exorcice las viejas frustraciones
aunque me despierte sudoroso y despavorido y me palpe siendo todavía de noche




circulan las luces y los tranvías rasgan por inercia las arterias ciegas
serpentean calles como túneles y recogen almas
como bultos y al pasar por la plaza vieja un destello desvía mi mirada triste
algo brota desde un rostro no extraño del todo y una mano y un grito
que es un alma que es una gracilidad se agita tratando de ser reconocida
y debía ser ella debía ser la noche que cerraba mis párpados

(tengo que revisar este poema y corregir o así no podré entregarlo a la revista)



la vieja botillería es un lugar idóneo donde no es difícil concentrarse
si se quiere leer o repasar escritos y parece contradictorio el runruneo
de las conversaciones aíslan y ese tono extendido protege y no es
como cuando escuchas una conversación desafinada cascada de anécdotas
en voces cambiantes que no dejan estar a lo que se quiere y si esto sucede
es cuando tiras los papeles a un lado y repites la consumición y la amarga cerveza negra
los releva y observas cautivo entre tu turbiedad el misterio cómplice de aquellas chicas





despertar de noche y que palabras en multitud te acosen
sentir cómo desbordan los límites y caen sin fraguar en una materia
nueva la luz de la mesilla no se encuentra la lámpara queda velada
aturdido aciertas a tomar unas hojas de papel y las rayas inconexas
bocabajo vas anotando verbos y sustantivos que se paralizan
como ellos crees que debe haber un camino imprevisto
la ausencia de claridad te hace caer rendido no es su hora
sino una galopada de palabras que se desmanda agotadoramente



caída honda y me despierto con la víbora socavando la sangre
entrando y saliendo por todos los recovecos que las venas dibujan flexible
alimento por donde no sería posible localizar ni rastro de sueños
tal es el caudal que circula carcomiendo las orillas a las que me aferro
donde no encuentro descanso ni seguridad ni alivio suficientes
para poder reconciliarme con las horas y las horas sagaces y ávidas
de mí me devoran van tras mi rastro y olfatean mi olor genuino
donde delimito territorios a los personajes que quieren cebarse



le esperan pero no se presenta y tiene que revisar las pruebas decisivas
o lo hace él o nadie daría con la clave y el teléfono de su piso muere
desgarradamente a cada llamada y es extraño pero se ha tirado pronto
de la cama ha tomado el autobús que recorre todo el perímetro de la urbe
y que baja hasta el puerto y que sube hasta el barrio alto y que se cuela
por la historia de la ciudad vieja y allí apoltronado en el último asiento
con la libreta y el lápiz mira a la calle mira al pasillo mira al interior
de sus párpados donde ve lo que nadie más puede ver




no sabe si es una oportunidad casualmente perdida
o ganada o postergada porque las oportunidades
no se valoran hasta que transcurre un tiempo y si las cosas
no han ido a mejor y hay una suerte de envidia de la oportunidad
que se fue y no vino como en la copla del poeta cargado
de humanidad y lo que no logra de un editor lo obtendrá
de otro cree y ese destino lo ha elegido es un destino inconcluso
piensa como todo en la vida interceptado y dejado a medias




pero harto de ese pluriempleo ocasional y ficticio
que desarbola mis horas que deshace mis planes he deambulado
a horas peligrosas por los muelles donde la sombras se cruzan
y nunca ves a nadie de cara solo sombras una o dos
a veces grupos de sombras y de pronto una sombra se aproxima
y la tienes encima y ves su rostro de sombra que te pide
que te vayas con ella y eres entonces dos sombras y se pega
tras la pared de un almacén donde todo es sombra y más sombra




han pasado casi dos estaciones las más luminosas
y el sanatorio o el antro ése se las han comido
todo mi trabajo paralizado sin poder terminar la recopilación
y ya no me quedan ganas de juntar los poemas ni de repasarlos
ni de dar coherencia solo porque el editor decía que tenía que hacerlo
lo que escribo es cortante o lo toma o lo deja

(este maldito tiempo encerrado como un cabrón porque tenía que procurar por mi salud)




no les pedí que hicieran nada por mí pero las reglas de la decencia cívica
son así y así me recogieron pensando primero que era un borracho
y después un ebrio agresivo y los guardias se querellaron contra mí
contra mí que nunca he ido contra nadie pero ellos eran una ráfaga gris
y no pude evitar sentir que iban a quitarme de en medio a eliminarme y fue instinto
fue una fuerza que saqué no sé de dónde y la palabra no dejaban de pronunciarla
y me taladraba demente era el sonido demente demente demente
y la calle desapareció de mi mirada han sido casi dos estaciones dos




lo que tenía escrito antes no lo quiero ya ni ver no sabría seguirlo ni me interesa
estos meses oficialmente no he podido escribir nada pero lo he hecho
siempre hay recursos gente que te pasa papel un boli y que te esconde los garabatos
aquella interna voluptuosa y tierna fue mi escondite pues quien esconde algo de ti
es tu escondrijo protector y ella lo leía pero lo guardaba con celo y a cambio me pedía
y yo le daba no iba escatimar con ella su bondad y escondimos nuestros encuentros
como si fueran mis escritos y nuestro mutuo sudor era tinta y perfeccioné en ella la descripción
corregí la ortografía de la ansiedad y ella me vaciaba como quien lee un libro sin parar




dicen que estoy muy bien que el tratamiento ha funcionado que ahora solo queda
vigilar los cuidados no abusar no tomar lo excitante y dormir y tener un proyecto y todo eso
que te dicen los policías de la mente para que te reintegres al mundo de los locos cotidianos
me cuesta resignarme a la idea de esos meses perdidos aunque sin lo escrito a escondidas sin
las sugerencias de mi protectora sin los devaneos clandestinos seguro que no habría sobrevivido
pero ahora es otra cosa es extraño esto de pasar un tiempo en un manicomio sobre todo
que te sientes raro al salir no sientes la libertad como el preso que sale de la cárcel
sólo sales con discursos dentro de tu mente recomendaciones consejos admoniciones un montón
de inútiles preceptos encubiertos para que no vuelvas a pecar y ella se quedó allí
¿se buscará a otro o se matará porque sienta mi curación como una traición de amor?



no sé cómo lo hacía pero se le dio muy bien todo el mundo sospechaba incluso los cuidadores
todos sabían lo que nos traíamos y creo que alguna vez fuimos observados alguna vez que en lugar
de hacerlo a escondidas nos vimos en algún cuarto de guardia creo que lo facilitaron alguien sabía
cómo mirar sin ser visto pero fue la excepción y debió ser alguien que guardó el secreto para seguir
beneficiándose de su voyeurismo y no dijo nada y no quiero pensar que aquel espionaje contara
con el acuerdo de ella no quiero tenerlo en cuenta eso me da igual ahora pero ella se portó
y fue sacando cada papelito con las cosas que se me ocurrían y los guardó con mucha reserva
y cuando me sienta con todas mis fuerzas pienso pasarlos a máquina porque en ellos hay materia
pero solo lo haré cuando tenga sensación de distancia con ese tiempo con aquel sitio




parsimonia de las miradas que no sienten
ocupan el rostro de las calles y las calles se llenan
de excrementos de sonrisas falsas y las ilusiones hieden
sin que a nadie parezca molestarles
las puertas del gran mercado están de par en par
abiertas a la expectativa complaciente
y he escupido sobre el pescado engañosamente recién capturado
a miles de kilómetros que el chef de un célebre restorán
compraba al peso

(quiero recuperar el estilo de antes de mi ingreso pero me noto más cargado de bilis agria)



me han dicho que no pero yo he dicho que sí y la botella me la habían regalado
y sí que he sentido que me salía de muy dentro una irritación incontrolada no he querido ver
a nadie ha sido un día imbécil un día en que no he dado pie con bolo y me he dedicado
a romper papeles a acabar con todo lo que había estado haciendo antes de mi maldito ingreso
no he cogido el teléfono pero qué digo no tengo línea no había pagado los últimos meses
prefiero que el editor se haya olvidado de mí por si acaso los papeles rotos están ahí
en la papelera por si me arrepiento por si manda a alguien a recoger mi trabajo eso es
lo que han logrado en aquel desastroso lugar que me arrepienta date cuenta no es tan grave
nunca has estado desesperado hay posibilidades una tras otra las frases te las clavetean
en ese apestoso encerradero y ella ¿qué será de ella? echo de menos su agudo olor a hembra



recordándola no me importa seguir sintiéndome allí todavía
se acercó a mí de sopetón pero en silencio y se pegó sí se pegó a mi espalda
y apoyó su cabeza luego hincó las uñas sobre mi camisa y un dolor agudo atravesó mis omóplatos
y yo me contuve de chillar y cuando se cansó de clavarme sus finos aceros alzó mi camisa
y lamió las huellas de su violencia mientras su lengua corría desordenadamente 
mientras extendía sus brazos y los aprisionaba en torno a mi cintura y tanto me lamió
tanto me saboreó que apaciguó mis heridas 
sólo sentí la excitación del dolor
igual que había llegado volvió sobre sus pasos y no permitió que yo girase la cabeza
no lo hagas me dijo o no volverás a sentirme




y cuánto echo de menos su bocanada ansiosa cuando me citaba en la oscuridad
los amantes no deben verse me decía no deben representar el antes sino aparecer de improviso
para morder el fruto de la pasión ella hablaba así y esas maneras que no me eran ajenas
me daban seguridad para acercarme a la sombra que me tocaba que se apropiaba de mi piel
y de cada una de las zonas de mi cuerpo como si lo conociera sin error alguno
le gustaba cogerme las manos y conducirlas a su cuerpo y yo las dejaba muertas dejaba
que fueran suyas hasta para tocarse como si dispusiera de cuatro manos
no sé si me sienta bien pensar en ella recordar los momentos que nos liberaron
o que nos hundieron ya no sé qué fue porque los días que transcurrían sin encontrarnos
se me antojaban de secuestro imaginando si ella estaría condescendiendo con más
no me va bien poner imágenes estaría infringiendo la terapia la maldita terapia de la castidad
que dicen los médicos que hará bien y qué sabrán ellos




h.h. me ha venido a buscar hoy sin previo aviso y nos hemos ido a recorrer la circunvalación
te hace falta ver la ciudad dijo te hace falta conocer lo mugrienta que se ha puesto
allí donde las inversiones no llegan y los más jodidos toman las casas vacías
luego iremos a comer al Murphy's que sí que es muy cutre y no pasa revisión de sanidad
pero la vieja cocina como nuestras abuelas así que no digas nada
y no me ha dejado abrir la boca me tenía en palmitas ¿y luego h.h.?
le he preguntado luego sé de una destilería que te desangras de gusto
y no me digas que no puedes no no puedo h.h. le he dicho pero échame la culpa a mi
si tus putos médicos te dicen algo ¿y luego h.h.? mira redondearemos el plan ¿prefieres jamaicanas
o las que suelen venir del condado del norte? creo que me vio la mirada perdida
y aceleró por la circunvalación entre las casuchas decrépitas y el mar revuelto



el editor me envía un sobre con algo de dinero y unos consejos
debes escribir de nuevo te vendrá bien además seguro que tienes ideas frescas
que tu descanso el muy cabrón lo llama descanso habrá sido una experiencia y ya sabes
que eso es sabiduría y arte y en cuanto te pongas sobre la vieja Remington rejuvenecerás
este tío es para meterle las teclas de la máquina por las tripas
presiento que vas a abrir una nueva etapa me da igual lo que escribas porque sospecho
sabe presiente sospecha este tío tiene la bola de cristal de mi cerebro porque no me cabe
duda de que va a ser explosivo lo que cuentes y como lo cuentes
me compra a distancia como si fuera una puta y lo hace en nombre de nuestra amistad


no es todos los días pero sí que la recuerdo muchas veces cuando siento aquí
entre los muslos un cuchillo atravesándome el vacío y me acuerdo con desesperación
pero no sólo cuando siento ahí sino cuando algo recorre un camino entre la mente y el pecho
un estremecimiento superior a la carga que se contiene a duras penas dentro de mí e incluso
desborda y paraliza esta presión porque es una fuerza superior es un sentido
que circula y rompe los demás sentidos algo no sé narrarlo porque se vuelve etéreo
como ella y toma forma volátil y anda buscando esa mujer que es significado largo
y mi fragilidad es entrega y ella no lo sabe no lo sabe o sí lo sabe


alguien que ha estado en la misma cárcel de la mente que yo me lo dice
que ella se ha agravado que se ha intentado hacer algo duro
no me dice qué y lo intuyo y ha logrado verla y le ha dicho que me dijera
que dónde estoy y que ella está eso me ha dicho este hombre que ella
se sabe en mí y me he emocionado malditas palabras me he venido abajo



yo no quería pero h.h. se ha empeñado y ya le he dicho no juegues a ángel de la guarda
conmigo y él que no que yo me aburro a veces que los dos nos aburrimos a veces
y que tú sabes eso me ha dicho qué es aburrirse para nosotros no encontrar no crear
no rabiar dentro y sacar el carácter y creernos que hacemos algo con él
algo más que ahogarnos en el coraje y entonces h.h. me ha propuesto llegarnos
hasta el cercano valle de W. donde jugábamos de pequeños y sorteábamos los menhires
vamos a W. y caminamos ha dicho y la palabra menhir me resucita así que fuimos
antes de amanecer estábamos de camino para ver el nacimiento de la vida


el bueno de G. nos ha invitado a su vieja casa de W. en lo más alejado donde no se rinde
a dejar de seguir allí y seguir hasta una vez haya muerto eso nos dice total para qué insiste
si te mueves te mueven y te llevan a un almacén de viejos y yo me quedo me quedo
aquí aunque me dé lo que sea y si me encuentran tirado que me encuentren que me borren
pero ahora mientras estoy a gusto entre mis heridas y mis achaques quiero disfrutar
de las piedras ¿sabéis que hay piedras que no conocíamos de niños? nos dice
hay gente que sabe y que ha llegado hasta aquí y ha descubierto dibujos
que no habíamos visto jamás ¿no los habrá dibujado h.h.? le he dicho y los tres
nos hemos tirado de risa por el suelo vamos a verlos vamos a ver cómo lo hacía h.h.






no ha sido un abatimiento si durante unos días no he escrito nada sino solo hastío
un hastío necesario ¿nadie ha sentido el  hastío como liberación en lugar de como muerte?
no he atendido llamadas las escasas que me han hecho aunque algunas insistentes
tampoco me he encerrado en casa he madrugado mucho y he llenado los pulmones con el tufo
de las lonjas la llegada de la pesca y el humo de las pipas de los viejos del gremio
y los trasnochadores me han pagado el alcohol seco de las tabernas al alba
es algo especial vivir una hora que no se coloca en el reloj una hora
entre las sombras que se van diluyendo y las luces que no acaban de llegar y todo se para
no la actividad de los hombres sino que algo se detiene ahí fuera y nadie escupe
ni echa pestes porque se trata de una hora sacramental en que pareces otro