recordándola no me importa seguir sintiéndome allí todavía
se acercó a mí de sopetón pero en silencio y se pegó sí se pegó a mi espalda
y apoyó su cabeza luego hincó las uñas sobre mi camisa y un dolor agudo atravesó mis omóplatos
y yo me contuve de chillar y cuando se cansó de clavarme sus finos aceros alzó mi camisa
y lamió las huellas de su violencia mientras su lengua corría desordenadamente
mientras extendía sus brazos y los aprisionaba en torno a mi cintura y tanto me lamió
tanto me saboreó que apaciguó mis heridas
sólo sentí la excitación del dolor
igual que había llegado volvió sobre sus pasos y no permitió que yo girase la cabeza
no lo hagas me dijo o no volverás a sentirme