la curva se amplía
a medida que la abordo
no llega nunca la recta la curva
me resulta inabarcable
así siento la vida
esto que te dan un día
esto que te dejan en usufructo
y donde no hay más
que una dirección obligada
la curva: o te inclinas
en el sentido que se abre
o te despeñas
y acaso ese es mi destino




la vieja botillería es un lugar idóneo donde no es difícil concentrarse
si se quiere leer o repasar escritos y parece contradictorio el runruneo
de las conversaciones aíslan y ese tono extendido protege y no es
como cuando escuchas una conversación desafinada cascada de anécdotas
en voces cambiantes que no dejan estar a lo que se quiere y si esto sucede
es cuando tiras los papeles a un lado y repites la consumición y la amarga cerveza negra
los releva y observas cautivo entre tu turbiedad el misterio cómplice de aquellas chicas