la curva se amplía
a medida que la abordo
no llega nunca la recta la curva
me resulta inabarcable
así siento la vida
esto que te dan un día
esto que te dejan en usufructo
y donde no hay más
que una dirección obligada
la curva: o te inclinas
en el sentido que se abre
o te despeñas
y acaso ese es mi destino




caída honda y me despierto con la víbora socavando la sangre
entrando y saliendo por todos los recovecos que las venas dibujan flexible
alimento por donde no sería posible localizar ni rastro de sueños
tal es el caudal que circula carcomiendo las orillas a las que me aferro
donde no encuentro descanso ni seguridad ni alivio suficientes
para poder reconciliarme con las horas y las horas sagaces y ávidas
de mí me devoran van tras mi rastro y olfatean mi olor genuino
donde delimito territorios a los personajes que quieren cebarse