la curva se amplía
a medida que la abordo
no llega nunca la recta la curva
me resulta inabarcable
así siento la vida
esto que te dan un día
esto que te dejan en usufructo
y donde no hay más
que una dirección obligada
la curva: o te inclinas
en el sentido que se abre
o te despeñas
y acaso ese es mi destino




parsimonia de las miradas que no sienten
ocupan el rostro de las calles y las calles se llenan
de excrementos de sonrisas falsas y las ilusiones hieden
sin que a nadie parezca molestarles
las puertas del gran mercado están de par en par
abiertas a la expectativa complaciente
y he escupido sobre el pescado engañosamente recién capturado
a miles de kilómetros que el chef de un célebre restorán
compraba al peso

(quiero recuperar el estilo de antes de mi ingreso pero me noto más cargado de bilis agria)